Los empleadores tienen la obligación de garantizar la seguridad y la salud de sus trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo. Por consiguiente, deberán cumplir, de forma estricta, con las medidas de protección y distanciamiento exigidas por el Gobierno y las autoridades sanitarias en este sentido, así como proporcionar material adecuado a cada trabajador para evitar su contagio.